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domingo, 25 de septiembre de 2011

Capítulo 20

Narra Asca


Me fui de la casa de Tom, no quería que mi mente me atormentara más. Pero al llegar a mi casa, entré y vi a Noemí con una botella de cerveza en la mano y con los ojos hinchados, lloró

-Me quitaste a mi hombre- me dijo, yo traté de encaminarme a mi cuarto, pero me detuvo con otro grito -¡¡PUTA, ME QUITASTE A MI HOMBRE!!- fue corriendo hacia mi y me agarró de los cabellos y me tiró al piso

-Basta, no me hagas golpearte Noe- le rogué

-No me digas Noe, puta!!!, yo ahi que tenía a alguien que me quería y tú llegas y me lo sacas, eres una zorra!!!!!- me respondió y comenzó a golpearme hasta que sangré... Mi sangre no es como las demás, esta es de un tono más rosado y menos espeso que la sangre común, como con una mezcla con agua.

-Basta Noemi, por favor-

-Vas a pagar Asca- no me defendía porque era cierto, yo le quite a Tom, pero él llegó

Narra Tom


No resistí el deseo de ir a buscar a Asca, debía hacer que su carga de conciencia disminuyera aun que sea un poco y cuando llegué a su casa escuché golpes y gritos de Noemí, también percibí un poco el olor a Asca (soy un demonio pero cuando hice el amor con ella era imposible no detectar ese aroma tan particular) y sus súplicas, la estaban golpeando.

Forcé la puerta y al entrar la vi sangrando, pidiéndole a la lunática de Noemi que pare, yo la detuve con un golpe en el rostro y corrí a ver a mi bello ángel golpeado

-Asca, mi vida- ¿desde cuando digo eso yo?- ¿Estás bien amor?- me miró y solo se desmayó, quise atenderla, pero primero debía encargarme de una plaga

-HIJA DE PUTA!!!! SABES LO QUE LE HICISTE??!!!! ELLA ES MI PRECIADO ÁNGEL Y VOS TE ATREVISTE A TOCARLA, A LASTIMARLA!!!- la tomé de los cabellos y le di la cabeza contra la mesa

-TE GUSTA QUE TE HAGAN ESO??? PUES BIEN!!!-  comencé a tirarla y arrojarla contra todo lo que estuviera cerca hasta que la débil voz de mi ángel me lo interrumpió

-Tom, no le hagas nada, por favor-la escuché y de inmediato solté a la puta de Noemí para dirigirme a Asca que aún sangraba

-Mi lindo ángel, ¿Cómo no te defendiste?-     

Me respondió que Noemi tenía todo el derecho a lastimarla y sin pensarlo la llevé a su cuarto, yo la curaré


continuarà...

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