Narra Asca
Lo encontré a centímetros de mí, milímetros si son precisos pero se detuvo, le pregunté que hacía pero no contestó, estaba en su mundo y yo en el mío donde nos mirábamos a los ojos sin decir nada y en cambio se nos entendía todo, me gustaba, las tentaciones de la carne te debilitan, pero como no hacerlo si este demonio era hermoso
-Que bonita te ves de cerca-
me decía Tom mientras trataba de acercarse, quería resistirme, pero era imposible, quise que la pequeña distancia que nos separaba terminara y eso hice. Tomé su rostro y lo llevé hacia el mío de una manera desesperada, chocamos nuestros labios y él introdujo su lengua y jugamos con los besos, me sentí libre y alocada.
Tom hablaba entre pequeños besos
-No conocía a esta Asca, me vuelve loco-
-No te abuses- le decía, porque recordemos que tengo 14, no 16 como él, sus hormonas de seguro estallarían.
-Quiero más- se acercó y se apegó más a mí, quiso destaparme para entrar en la cama conmigo, pero lo detuve, no quería llegar más lejos y apenas volteé la vista mi padre estaba allí viendo la escena completa y acercándose a Tom, de seguro para sacarlo de las rastas
-¡¡¡MOCOSO DE MIERDA!!!- ahora que disfruto algo vienen con la preocupación ¬¬
-Papá, suéltalo-
-Ya sé a que te referías cuando dijiste "demonio"- lo echó hacia afuera y le cerró la puerta en la cara.
Me fui a mi cuarto y cerré con llave, me coloqué en mi cama y no quise hablar con nadie más, me sentía avergonzada y en eso mi celular vibra, veo y es un mensaje de Tom "Lastima que tu padre nos vio, igual, quiero más"
Lo que me faltaba, pero bueno, pronto lo vería, lo sé...
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domingo, 12 de junio de 2011
domingo, 5 de junio de 2011
Capitulo 6: Los buenos cuidados del demonio
Narra Asca
La semana pasó rápido, tan rápido que me resfrié sin darme cuenta, mi papá se iba a trabajar, mi madre a encontrarse con Simona y yo aquí como una prisionera en mi cama, era un día de semana, miércoles, para ser precisos.
-Mamá como te odio en estos momentos- ella no me había dejado ir a la escuela, era más divertido estar allí que estar postrada en una cama sin posibilidad ni de ir a ver la tele.
Solo cuando ella volvió de su encuentro me calmé, hasta que trajo a una compañía que pensé que no vería hoy.
-Hija, ya volví, mira a quien traje- detrás de ella, en el marco de la puerta de mi cuarto, apareció el demonio.
-¿Él? Debes estar bromeando- lo ví acercarse con su mochila y saludarme con un abrazo.
-Hola Asca, te traje tu tarea- para colmo Tom tare mi tarea, significa que vino para quedarse, ¿Por qué Dios?
-Hija, Tom se queda hasta que yo vuelva, tengo cosas que hacer y no llegaré hasta dentro de unas 3 o 4 horas- se acabó, mi madre conspira contra mí, si necesitaba pruebas de la entrega de sus hijos al demonio, aquí tenemos la versión actual.
Ella se fue y Tom se sentó al borde de mi cama.
-Bien, te traje este libro, dice la profesora de literatura que debes leerlo para la semana que viene- me lo entregó y siguió pasándome hojas y cosas.
-Gracias, supongo-
-También la tarea de matemáticas, historia y geografía-
-Si, ya entendí, gracias-
-El libro ya lo había leído antes, puedo leerlo para que no te canses tan rápido,si quieres- me pareció raro y más si consideramos que con escuchar una historia me dormía a la mitad de un libro, pero Tom ya comenzaba a darme confianza, una semana conociéndolo junto con su hermano y no hizo nada contra mí, eso se valora.
-Bien, no me vendría mal algo de lectura- tomó el dichoso libro y comenzó por la página uno, yo ya comenzaba a dormirme...
Narra Tom
Todo lo que tuve que hacer para conseguir la tarea de Asca, desafiar a tantos profesores otra vez, aun que admito que fue agradable. Primero fui por el libro...
-Disculpen- entré al salón y todos se quedaron mirándome.
-¿Que quieres Thomas Kaulitz? Te prohibimos venir aquí después de haberle roto el pulgar al pobre niño hace ya años-
-Que rencorosa profe, solo vengo por la tarea de una amiga, Asca Nafque- una chica suspiraba, supongo que era por mí y le dije-A la lindura esa, no te ilusiones, tengo ya a mi chica-yo me refería a Asca, ya que tanto me llamaba la atención y la encontraba realmente atractiva, bajó la mirada, y eso me encantó, adoro ser cruel con la gente
-Esa tarea lamento decirte que no puedo dártela, es mi alumna y si no...- me enojé, la miré fijo, ella comenzó a sufrir convulsiones causadas por mí, es una de las ventajas de ser lo que soy, el diablo.
-¿Qué decía profe? ¿Ya me puedo llevarme la tarea de Asca?- la dejé en paz, tomé el libro sobre el escritorio que tenía el nombre de Asca y me retiré. Luego fui a la clase de matemáticas y a la clase de geografía, donde me contestaron de la misma forma y yo actué de forma igualitaria e indiferente.
-Ya tengo su tarea, se la llevaré, quiero verla- de camino hacia su casa, me crucé con su madre, que aun que ella era joven, podríamos agregarle un par de años por su apariencia.
-¡¡TOM!!- me saludó con entusiasmo, que bueno que la hija no es como la madre
-Buenas tardes, señora, justo iba para su casa a llevarle la tarea a Asca-
-Que buen chico, bien, vamos, de paso si quieres te puedes quedar-
-Gracias- si!!, toda una tarde con Asca.
Llegamos y subimos las escaleras hasta ver el cuarto de la chica al final del pasillo, al verme no se sintió feliz, pero yo si y espero haberlo disimulado bien. Luego de darle la tarea comencé a leerle el libro este que ni el titulo recuerdo. Soy un caso perdido a veces :p.
A penas terminé el primer capitulo Asca ya estaba dormida, se veía bonita en esos momentos, en paz, sin la guardia alta por mi presencia, dejándose llevar completamente en los brazos del Dios de los sueños.
-Que bonita estás cuando duermes, lindura- me estaba acercando, quería besarle, era un deseo prohibido, decían que si besaba a un ángel moriría al instante, pero valía el riesgo por probar esa tentación sagrada de labios. Estaba a punto de unir nuestros labios, hasta que ella abrió los ojos y tranquilamente preguntó
-Qué haces?
continuará....(gracias por leer, comentarios abajo por favor, gracias)
La semana pasó rápido, tan rápido que me resfrié sin darme cuenta, mi papá se iba a trabajar, mi madre a encontrarse con Simona y yo aquí como una prisionera en mi cama, era un día de semana, miércoles, para ser precisos.
-Mamá como te odio en estos momentos- ella no me había dejado ir a la escuela, era más divertido estar allí que estar postrada en una cama sin posibilidad ni de ir a ver la tele.
Solo cuando ella volvió de su encuentro me calmé, hasta que trajo a una compañía que pensé que no vería hoy.
-Hija, ya volví, mira a quien traje- detrás de ella, en el marco de la puerta de mi cuarto, apareció el demonio.
-¿Él? Debes estar bromeando- lo ví acercarse con su mochila y saludarme con un abrazo.
-Hola Asca, te traje tu tarea- para colmo Tom tare mi tarea, significa que vino para quedarse, ¿Por qué Dios?
-Hija, Tom se queda hasta que yo vuelva, tengo cosas que hacer y no llegaré hasta dentro de unas 3 o 4 horas- se acabó, mi madre conspira contra mí, si necesitaba pruebas de la entrega de sus hijos al demonio, aquí tenemos la versión actual.
Ella se fue y Tom se sentó al borde de mi cama.
-Bien, te traje este libro, dice la profesora de literatura que debes leerlo para la semana que viene- me lo entregó y siguió pasándome hojas y cosas.
-Gracias, supongo-
-También la tarea de matemáticas, historia y geografía-
-Si, ya entendí, gracias-
-El libro ya lo había leído antes, puedo leerlo para que no te canses tan rápido,si quieres- me pareció raro y más si consideramos que con escuchar una historia me dormía a la mitad de un libro, pero Tom ya comenzaba a darme confianza, una semana conociéndolo junto con su hermano y no hizo nada contra mí, eso se valora.
-Bien, no me vendría mal algo de lectura- tomó el dichoso libro y comenzó por la página uno, yo ya comenzaba a dormirme...
Narra Tom
Todo lo que tuve que hacer para conseguir la tarea de Asca, desafiar a tantos profesores otra vez, aun que admito que fue agradable. Primero fui por el libro...
-Disculpen- entré al salón y todos se quedaron mirándome.
-¿Que quieres Thomas Kaulitz? Te prohibimos venir aquí después de haberle roto el pulgar al pobre niño hace ya años-
-Que rencorosa profe, solo vengo por la tarea de una amiga, Asca Nafque- una chica suspiraba, supongo que era por mí y le dije-A la lindura esa, no te ilusiones, tengo ya a mi chica-yo me refería a Asca, ya que tanto me llamaba la atención y la encontraba realmente atractiva, bajó la mirada, y eso me encantó, adoro ser cruel con la gente
-Esa tarea lamento decirte que no puedo dártela, es mi alumna y si no...- me enojé, la miré fijo, ella comenzó a sufrir convulsiones causadas por mí, es una de las ventajas de ser lo que soy, el diablo.
-¿Qué decía profe? ¿Ya me puedo llevarme la tarea de Asca?- la dejé en paz, tomé el libro sobre el escritorio que tenía el nombre de Asca y me retiré. Luego fui a la clase de matemáticas y a la clase de geografía, donde me contestaron de la misma forma y yo actué de forma igualitaria e indiferente.
-Ya tengo su tarea, se la llevaré, quiero verla- de camino hacia su casa, me crucé con su madre, que aun que ella era joven, podríamos agregarle un par de años por su apariencia.
-¡¡TOM!!- me saludó con entusiasmo, que bueno que la hija no es como la madre
-Buenas tardes, señora, justo iba para su casa a llevarle la tarea a Asca-
-Que buen chico, bien, vamos, de paso si quieres te puedes quedar-
-Gracias- si!!, toda una tarde con Asca.
Llegamos y subimos las escaleras hasta ver el cuarto de la chica al final del pasillo, al verme no se sintió feliz, pero yo si y espero haberlo disimulado bien. Luego de darle la tarea comencé a leerle el libro este que ni el titulo recuerdo. Soy un caso perdido a veces :p.
A penas terminé el primer capitulo Asca ya estaba dormida, se veía bonita en esos momentos, en paz, sin la guardia alta por mi presencia, dejándose llevar completamente en los brazos del Dios de los sueños.
-Que bonita estás cuando duermes, lindura- me estaba acercando, quería besarle, era un deseo prohibido, decían que si besaba a un ángel moriría al instante, pero valía el riesgo por probar esa tentación sagrada de labios. Estaba a punto de unir nuestros labios, hasta que ella abrió los ojos y tranquilamente preguntó
-Qué haces?
continuará....(gracias por leer, comentarios abajo por favor, gracias)
viernes, 3 de junio de 2011
Capitulo 5: Curando al Enemigo
Narra Asca
No creía lo que hacía, quería curarlo, necesitaba curarlo, pero no podía allí, en frente de las personas que podrían pasar por allí.
-Vamos a un lugar alejado, donde no puedan vernos- lo llevé cargando apenas, hasta un arbusto, que era un lugar donde nadie podía vernos
-¿Me darás el dulce beso de la muerte? Oí por ahí que los ángeles pueden hacer eso-
-Quisieras- dije con un tono irónico, solo extendí mis alas, arranqué una pluma blanca y volví a ocultarlas bajo mi piel.
-Eso fue genial, deberías enseñarme tus alas más seguido- dijo él como pudo, ya que casi no tenía fuerzas ni para hablar.
-Ni se te ocurra moverte- le advertí-el más mínimo roce de tu piel con esta pluma y se hará negra, picuda y te matará a penas te toque- se quedó relajado, como pudo, le tomé la cara lentamente y le susurré
-Quédate quieto-
-De seguro cumpliré- comencé a pasar la pluma unos centímetros por encima del cuerpo de Tom, curando sus heridas y limpiando su sangre derramada, tardé pocos minutos en terminar de sanarlo y ayudarlo a ponerlo de pié, el dolor aun seguía presente
-Gracias Asca, te debo un favor bien grande-
-Ni lo menciones, porque luego debes explicarme porqué te quieren muerto-
-Es una historia complicada, la verdad que no quisiera que la supieras- él tenía la mirada baja y se notaba la tristeza y su desgano al hablar del tema, así que decidí no interrogarlo
-Bien, no te preguntaré, es un tema íntimo, ahora, debo volver a clase-
-¿Hablas en serio?- preguntó él, me di media vuelta y mientras me iba le dije
-¿No ves que me estoy yendo?- me estaba alejando, hasta que Tom me alcanzó y me tomó por el brazo haciendo que lo viera, no me lastimaba, sin embargo a ninguna chica le hubiera gustado que la tomaran por el brazo así y menos con mi temperamento.
-Suéltame- le reclamé, pero este diablo no me soltaba, me jalaba más hacia él.
-¿Y si no quiero soltarte? Me gusta tenerte cerca- le di un gancho al hígado, no quise hacerlo, pero tenía que volver a clase.
-Eso te pasa por no querer soltarme- y volví a mi aula, por ahora, debía estar fuera de su alcance. no me atraparás Tom
continuará....
No creía lo que hacía, quería curarlo, necesitaba curarlo, pero no podía allí, en frente de las personas que podrían pasar por allí.
-Vamos a un lugar alejado, donde no puedan vernos- lo llevé cargando apenas, hasta un arbusto, que era un lugar donde nadie podía vernos
-¿Me darás el dulce beso de la muerte? Oí por ahí que los ángeles pueden hacer eso-
-Quisieras- dije con un tono irónico, solo extendí mis alas, arranqué una pluma blanca y volví a ocultarlas bajo mi piel.
-Eso fue genial, deberías enseñarme tus alas más seguido- dijo él como pudo, ya que casi no tenía fuerzas ni para hablar.
-Ni se te ocurra moverte- le advertí-el más mínimo roce de tu piel con esta pluma y se hará negra, picuda y te matará a penas te toque- se quedó relajado, como pudo, le tomé la cara lentamente y le susurré
-Quédate quieto-
-De seguro cumpliré- comencé a pasar la pluma unos centímetros por encima del cuerpo de Tom, curando sus heridas y limpiando su sangre derramada, tardé pocos minutos en terminar de sanarlo y ayudarlo a ponerlo de pié, el dolor aun seguía presente
-Gracias Asca, te debo un favor bien grande-
-Ni lo menciones, porque luego debes explicarme porqué te quieren muerto-
-Es una historia complicada, la verdad que no quisiera que la supieras- él tenía la mirada baja y se notaba la tristeza y su desgano al hablar del tema, así que decidí no interrogarlo
-Bien, no te preguntaré, es un tema íntimo, ahora, debo volver a clase-
-¿Hablas en serio?- preguntó él, me di media vuelta y mientras me iba le dije
-¿No ves que me estoy yendo?- me estaba alejando, hasta que Tom me alcanzó y me tomó por el brazo haciendo que lo viera, no me lastimaba, sin embargo a ninguna chica le hubiera gustado que la tomaran por el brazo así y menos con mi temperamento.
-Suéltame- le reclamé, pero este diablo no me soltaba, me jalaba más hacia él.
-¿Y si no quiero soltarte? Me gusta tenerte cerca- le di un gancho al hígado, no quise hacerlo, pero tenía que volver a clase.
-Eso te pasa por no querer soltarme- y volví a mi aula, por ahora, debía estar fuera de su alcance. no me atraparás Tom
continuará....
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