Capitulo 2: ¿Cómo llegué aquí?

Narra Asca


A la semana de mi cumpleaños número 14 terminé con mi madre y padre en un vuelo directo a Alemania, precisamente a Magdemburg, parece que un trabajo de mi padre vale más que una y mil suplicas de su propia hija

-Mamá, ¿Como terminamos en un vuelo a Alemania si mis sueños y ataques pedían justamente lo contrario?-

- Asca, querida, sabes que tu padre siempre fue muy ecéptico concuerde a tus sueños linda, pero verás como pasaremos a mejor vida allá-

-Tú misma lo dijiste, a mejor vida, porque sé que allá será mi funeral y todo, maldito de ese demonio, de seguro ya sabe de mí- luego de unas horas de vuelo llegamos a la tan bella y escalofriante Alemania, con 20 minutos de viaje a Magdemburg, llegamos a una casa de un nivel de clase media, con dos pisos y de color crema, con un patio delantero muy bello y frondoso, solo pude decir

-Que bello lugar para morirme- siempre me quedaba ese tema en la mente, debo admitir que cruzarme con ese ser de mis sueños me aterraba pero ¿Que posibilidades hay de encontrármelo por la calle? Muchas según dos horas después de haber desempacado.

Me encontraba en mi nueva habitación del mismo colo crema, con una vista a la casa del vecino y con un placar enorme donde cabía toda mi ropa y había espacio para mí, mi madre me llamó

-Hija, los vecinos vinieron a saludarnos, baja por favor-

-¡¡Ya voy má!!- le dije desde mi paradero y bajé en seguida solo para darme una fea noticia-esto debe ser un chiste-

-Ellos son los Kaulitz, ella es Simone, su esposo Gordon y los gemelos Kaulitz, Bill y Tom- no lo creía, un miedo junto con un cosquilleo fueron recorriendo mi espalda por ver a ese encantador demonio allí parado en frente de la puerta de mi casa.
En sí los "gemelos" no parecían gemelos, solo con una o dos similitudes que se notan a primera vista pero si no, nada de igualdad según sus looks de ahora

Saludé a cada uno con un leve beso en la mejilla, pero cuando llegaba el turno de Tom solo le extendí la mano, no quería tocarlo, pero... modales son modales

-Mucho gusto, con permiso me voy a mi cuarto-

-Hija, lleva a los chicos contigo, que no se queden con adultos sin poder hablar- quise protestar pero en un segundo para otro ya estábamos en mi cuarto y platicando de no me acuerdo que cosa.

-Es muy bonita tu casa- dijo Tom haciéndose el niño bueno, pero eso era inútil, yo ya lo había visto en sueños y si dicen que "no te acerques a él" entonces hay que cumplir

-Si, no creo que ahora esté en Alemania, tan lejos de mis amistades, mi vida y todo eso, ahh, como las voy a extrañar- lo dije mientras miraba un cuadro que había dejado cerca de la ventana, pero Tom interrumpió mis recuerdos dirigiéndose a la ventana y opinando

-¡¡Hey!! Ese es mi cuarto, parece que podremos comunicarnos seguido-

-¬¬Si, genial- lo dije con un tono medio sarcástico que creo que ellos no supieron interpretar, por suerte.

-Tengo una idea- dijo Bill-Mantengámonos en contacto, danos tu número telefónico y nosotros el nuestro, por las dudas-

-No veo la necesidad, digo, ya que somos vecinos y todo eso...-

-Yo estoy de acuerdo con lo que dice mi hermano-

sin más remedio les di mi número de celular y ellos el suyo, mi demonio es mi vecino, tiene mi número, que buena forma de alejarme


continuará...   (gracias por leer, comentarios validos en la parte de abajo, gracias)